miércoles, 22 de mayo de 2013

Escrache a Boyero

La final de copa como representante del cine español en Cannes
Empezó el festival de cine de Cannes y para los cinéfilos españoles son días de infamia y vergüenza ante la cobertura que la prensa generalista hace del evento. Bien es cierto que en los últimos años el número de periodistas patrios que acude al certamen se ha multiplicado exponencialmente (al revés que el número de películas) y supongo que ahora podemos hablar de una cobertura adecuada, o al menos digna, ya que tampoco es para tirar cohetes: todos van a ver las mismas películas y suelen defender las mismas cosas. Si defienden algo distinto, al par de semanas se olvidará, en el caso de que no se estrene. Pero imaginen la situación hace diez años, con Boyero, Oti, Enric González, Hermoso y toda esa cuadra. ¿Qué cara pondrían los responsables del resto de los medios? Gentuza que sólo iba a la sección oficial y se salía en mitad de las películas, que te los encontrabas casi tanto tiempo en los bares como en los cines. Este era el panorama y para ellos no ha cambiado mucho, aunque con el paso de los años se haya vuelto cada vez más triste, así como que los medios para los que trabajan los amparen.

Fíjense en la fotografía que encabeza el artículo. Son Boyero y Oti viendo la final de Copa del Rey en un bar de Cannes. Supongo que a esas horas no había ninguna película y supongo también que no se quedaron al final del partido, que acabó bastante tarde, porque hubo bastante lío, minutos de descuento, prórrogas y más lío. En ese bar había más periodistas españoles, por cierto, entre ellos, ni más ni menos que Carlos del Amor, ese chico tan simpático y tan encantado de conocerse que ha convertido las noticias culturales de los telediarios de la pública en un cúmulo de consignas de mercado y frivolidades sonrojantes. Han leído bien, la pública. Así está España y así está el periodismo cinematográfico. Tampoco quiero ser quisquilloso. Evidentemente, todo el mundo necesita descansar y relajarse, aunque luego me sorprende que digan que Cannes es tan duro si hay tiempo para tomarse una cañita y verse un partido que duró más de dos horas. Pero lo que me interesa no es eso. Es otra cosa.

Me imagino que tras disfrutar del partido y de un merecido descanso tras una jornada dura, los críticos españoles estarían listos para trabajar al día siguiente de manera responsable. Bueno, la palabra responsabilidad en el diccionario de Boyero no debe existir, porque ojo a la crónica del día siguiente a la final. Habla sobre Le passé de Asghar Farhadi: «La he visto después de una noche de insomnio, en una esquina de la sala, sentado en una especie de balancín que te tortura el cuerpo, ya que todas las butacas estaban ocupadas, con el cerebro más abotargado que de costumbre, no he entendido los giros y algunas explicaciones de la historia». Aquí tienen la profesionalidad del crítico de El País. Yo he pasado noches de insomnio en algunos festivales, a veces por el trabajo y a veces por salir con unos amigos y tomar unas copas de más (aunque nunca a sueldo del medio de comunicación más importante del país, claro), pero utilizarlo como excusa contra una película es bastante lamentable. Está claro que Boyero siempre tiene que hablar de sí mismo, sencillamente porque no sabe hablar de otra cosa. Supongo que a los editores de su periódico les parece bien todo esto, que siga vendiendo su imagen fatalista e irresponsable, como el último de los bohemios, mientras sobrepasa todos los límites en una sociedad como la española que vive en niveles dramáticos de desempleo.

En esa misma crónica nos regala un «puede que el problema sea mío y no de la película». Hombre, de eso no tengo ni la más mínima duda, pero estaría bien que ese mismo argumento lo utilizara cuando masacra sin piedad películas de Oliveira, de Pedro Costa, de Wang Bing y de tantos otros cineastas que no se pliegan a sus limitadísimos estándares de lo que debe ser el cine. De estas limitaciones podemos hablar viendo el penoso video que han hecho al alimón Boyero y su esclavo Gregorio Belinchón, comentando la película de Farhadi y A Touch of Sin, de Jia Zhang-ke, que el crítico estrella mencionaba en su crónica copiando la nota de prensa. Yo creo que no la ha visto y en el video no hace más que apoyar esas sospechas. Tras resumir su opinión sobre Le passé, se refiere a Jia Zhang-ke como el director que ganó el León de Oro de Venecia hace algunos años. Aquí pueden leer sobre ello (el artículo La catatonia nacional de José Manuel López Fernández originalmente pertenecía a Tren de sombras, revista que ya no se encuentra online). Ahora habla como si no hubiera ocurrido su desplante. ¡El famoso Jia Zhang-ke! Pero escuchen las palabras de Boyero hablando de A Touch of Sin, repitiendo una y otra vez lo mismo, dándole la vuelta a la sinopsis para tratar de esconder su falta de profesionalidad. Pero lo mejor de todo el video son las palabras iniciales del insufrible Belinchón: «hoy tocan películas duras de China y de Irán». Como siempre en los peores críticos de España, ese prejuicio ante lo que no pertenece al centro, a lo convencional. ¡China e Irán! ¿Cómo se atreven a hacer cine en esos países? Pero en fin, simplemente fíjense en la penosa calidad del video, en lo mal elegido que está el lugar para la grabación, en la insufrible calidad de sonido. Está claro que alguien que es capaz de entregar un trabajo tan mal hecho no puede decir nada interesante sobre el cine que ve en Cannes.

A pesar de que este año le han puesto un festival muy previsible, lleno de películas americanas y cosas afines a Hollywood, la nula ética profesional de este periodista siempre sale a relucir. Lean su emocionada crónica de la última película de Claude Lanzmann: «no solo es un documental impresionante, también es obligatorio. La obra de Claude Lanzmann sobre el Holocausto debería exhibirse en todos los colegios del mundo para que desde pequeños conociéramos la maldad que puede llegar a practicar el hombre». Todo muy bonito. Pero como dije al principio, cada vez hay más periodistas españoles en Cannes y seguramente conocen la catadura de este personaje despreciable, el daño que está haciendo a muchos futuros cinéfilos que se acercan a las páginas de El País en busca de información cultural y terminan devastados por la prosa grosera y desagradable de este sujeto. Atención a este tuit:
Este es el nivel del crítico más leído de España, recomendar fervorosamente películas que él no está dispuesto a ver. La película de Lanzmann duraba cuatro horas, así que es posible que le coincidiera con la comida o la cena. Quédense también con el final de la crónica, donde atiza a dos directores orientales, Takashi Miike y Johnnie To. «Para mí sigue siendo un enigma indescifrable las razones del fervor de los festivales de cine hacia estos directores orientales especializados en tiroteos y mamporros, en el ruido y la furia. Es un cine bastante tonto, una moda sin sentido». Supongo que el beneficio de la duda que le otorgaba a Farhadi no vale para Miike y To.

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Quizás haya que ser comprensivo con Boyero y tener en cuenta que el hombre lo está pasando mal, después de enterarse de que ha sido condenado a pagar 6000 euros a José Mourinho por llamarle nazi portugués. Para mi se han apiadado algo de él, porque el técnico del Real Madrid pedía quince mil euros, lo que a mi me parece mucho más justo teniendo en cuenta la desfachatez del crítico.

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Las noticias esperpénticas relacionadas con Carlos Boyero no se terminan. La más delirante de todas ellas es esta. Sí, Boyero va a recibir un premio por su labor como cronista. No sólo él, sino que también otras lacras como Oti Rodríguez Marchante, Enric González (ese hombre tan progresista que dejó El País antes de que le echasen por el ERE... para irse a El Mundo) y, traten de aguantar la risa, Toni García Ramón.

Échense las manos a la cabeza, pero se estarán equivocando. En el fondo, es un acto de absoluta coherencia. Fíjense bien quién da el premio. El ron Havana. Evidentemente, qué sería de los destiladores de licores sin estos cronistas tan irresponsables que se dedican al bebercio y a la fiesta en lugar de a sus tareas... Premio merecidísimo, aunque llega tarde. Tendría que haber sido después de aquel festival de Venecia donde la película ganadora se presentó demasiado tarde para ellos.

Los premios los entregará Carlos Marañón, publicista director de la revista Cinemanía.

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En este blog me he reído muchas veces de La mula. Confieso que en su momento me sentí un poco mal, ya que en el fondo era una producción problemática que había vivido en el filo durante muchos años. Que sea el tipo de operación comercial que a mi me asusta no quita para que en el fondo se trate de trabajadores profesionales que no pueden ver el fruto de su esfuerzo. Por suerte, la propia productora, Alejandra Frade, se ha encargado de quitarme todo mi sentimiento de culpa. Atención a la entrada de este blog, porque daba para película de Berlanga, de no ser porque los protagonistas de las películas de este director siempre eran pillos carismáticos, antihéroes fracasados y lo de esta película es puro engaño neoliberal aprovechándose de la ignorancia total en cuestiones de cine a la que nos aboca el actual estado de las cosas.

Lo peor de todo es: ¿cuántos medios de comunicación informaron de esto? ¿Qué hay de todos los corresponsales que fueron a Málaga? Mutis por el foro. Silencio cómplice. Ellos son más culpables del timo al espectador que los propios productores del film. Porque ellos al fin y al cabo se encontraron con una película a medio terminar y decidieron ir por el camino fácil. Cuestionable, pero comprensible. ¿Cuál es la razón de los medios para no hacer referencia a esto? Quizás es que ni se enteraron, dada su ignorancia en temas cinematográficos. Vuelvan a ver el video de arriba parido por Gregorio Belinchón. Parece improbable que alguien que hace esa basura pueda hablar de los problemas técnicos de un film, por muy visibles que estos sean.

El profesional Javier Ocaña, siempre al servicio del poder, hablaba de «desbarajustes fotográficos», como si fuera cosa de utilizar dos cámaras distintas. Como Michael Mann o algo así. En Fotogramas, Mirito Torreiro, que tiende a darse mucha importancia, parece que los abdominales y el acento andaluz de Mario Casas no le dejaban ver más allá. En El Mundo, que siempre defiende los experimentos neoliberales de nuestra industria, por eso de cargar contra los titiriteros y las subvenciones, Luis Martínez decía que la mula trotaba, aunque no explicaba muy bien cómo. Eso sí, quizás en el título intentó reflejar su sentimiento de culpa por estar engañando de tal manera al lector. «Más cornadas da el cine». El cine y los críticos de los medios generalistas. Cornadas al espectador.

Esto da para elucubrar todo lo que se quiera y si pensamos mal diríamos que lo que Alejandra Frade no se gastó en terminar de manera digna su película sí lo invirtió en mandar sobres al estilo Bárcenas. No se puede entender de otra manera semejante irresponsabilidad general

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Volvemos a Cannes para recomendar enlaces y coberturas. La primera, la de la revista Caimán. Estemos de acuerdo o no con la línea editorial del medio (yo ya dejé claro que no), lo cierto es que están trabajando bastante con actualizaciones constantes sobre las películas. Tampoco es que sean unos análisis profundos, pero sí son comentarios interesantes y alejados del estilo personalista de Boyero y sucedáneos. En su renovada (y mucho más atractiva) página web se pueden consultar, tanto los textos desde la trinchera de Heredero, Quintana, Pena y otros, como los algo más reflexivos de Eulália Iglesias.

Para que no digan que le hago la pelota al Caimán, vamos a zurrarle un poco. Ya les he dicho que a mi una de las cosas que más me molesta es su incapacidad para definirse como medio cultural, introduciendo tácticas de mercado bastante cuestionables. Atiendan a este tuit de su director, Carlos F. Heredero:
Me cuesta entender el interés que puede tener para una revista de crítica cinematográfica la primicia de presentar el cartel de la nueva película de Martín Cuenca. Tanto el hecho en sí, como el lenguaje utilizado, me echan bastante para atrás. Sin ser tan exagerado, poco después, el mismo responsable, entregaba un tuit similar:
Recemos para que esto de la crítica de cine no se convierta en una batalla de exclusivas. De lo único que me alegro es de que lo hagan con Godard. Quizás es lo único a lo que puedan aspirar. Ya que en la liga de los Coen, de Winding Refn y otras estrellas de Cannes dudo que el Caimán pueda competir contra Variety y otros medios entregados a la publicidad agresiva.

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Desde hace algunos años, el crítico argentino Diego Lerer realiza un cuadro de votaciones con casi todos los críticos de habla hispana presentes en el festival, así como algunos amigos extranjeros. En anteriores ediciones se utilizaba una muy manejable página de Excel y para esta ocasión han tenido la mala idea de cambiarla por un cuadro de difícil lectura, que no invita a sumergirse en él. 

La revista alemana Critic realiza su propio cuadro en el que aparecen críticos estrella (en determinados círculos al menos) como Adam Cook, Daniel Kasman o Christoph Huber. Siendo más fácil de navegar (son menos votantes), yo me pierdo con esa peculiar forma de puntuación. Deben ser las barreras culturales.

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Las dos revistas de cine para las que más escribo (y de manera egoista diré que son las que más me gustan, cada cual que piense lo que quiera de esto) hacen cobertura de Cannes. En Lumière salen de manera intermitente textos traducidos de Daniel Kasman, así como alguna pieza suelta de Fernando Ganzo y en Transit, Carles Matamoros trata de sobrevivir a su primera experiencia cannoise escribiendo además alguna que otra crónica.

Recomiendo por último la cobertura de El amante, la veterana revista argentina. Escriben dos corresponsales, Fernando E. Juan Lima y Jaime Pena. No solo es interesante por lo que tienen que decir de las películas, sino porque muchas veces se alejan del esquema habitual de las coberturas, dejan de lado las muy manidas secciones oficiales y buscan otro tipo de cine que ofrece Cannes.

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Despido la entrada de hoy (espero poder escribir uno o dos posts semanalmente) hablando de distribución cinematográfica. Un tema que nunca importó en España porque los medios de comunicación nos mantenían en un páramo cultural del que solo salimos gracias a internet. Resulta que tras lo de Alta Films, los medios generalistas se tiran de los pelos hablando de la mala situación general, como si la cosa no fuera con ellos. La desfachatez es tal que el mismo Carlos Boyero en su primera crónica (último párrafo) de Cannes se lamentaba de que Alta Films no podría comprar películas que él no vería ni loco.

Lo que pasa es que lo de la distribución ha llegado a un punto que les puede empezar a estropear el negocio. Por eso Luis Martínez se descolgaba con este tuit:
Que no se estrenen todas esas películas asiáticas y europeas aburridas da igual, pero los Coen. ¡Los Coen, ni más ni menos! Unos directores de los que hemos conocido al dedillo toda su filmografía, que han contado con una publicidad desmesurada y que trabajan con estrellas de Hollywood, eso debe estrenarse siempre y la crítica tiene que hacer presión. El pobre Jia Zhang-ke y todos esos tarados del cine lento, a esos que les den. Philipe Garrel si estrena, le zurramos, por coñazo.

Sinceramente, ojalá estrenen la de los Coen, aunque sea para que esta gente deje de darnos el coñazo. Y se estrenará, no lo duden. Porque el periodismo cinematográfico trabaja para mantener siempre el orden establecido que le da de comer. Harán ruido para que se estrene la de los Coen sí o sí. Sin embargo, la película de Lanzmann que ha gustado a todo el mundo ya verán como no les indigna nada que no se estrenen (al final parece que Avalon la ha comprado, espero que no tarden en estrenarla). Saldrán con la excusa de que no es para todos los públicos o que es una película difícil de vender y todas esas milongas. El maestro en el arte de convertir en publicidad toda la información cinematográfica ya nos lo deja claro:
Todo correcto, menos lo de informando. Más bien manipulando, vendiendo y, si hace falta, atacando miserablemente al débil, como le gusta hacer a tu compañero de redacción. Eso sí, al final se salió con la suya y (tampoco había que romperse mucho la cabeza) Inside Llewyn Davis sí fue comprada para ser distribuida en España. Supongo que ahora el comprometido Belinchón empezara a luchar porque también compren A Touch of Sin de Jia Zhang-ke, La image manquante de Rithy Panh o Les salaudes de Claire Denis. ¿No?

13 comentarios:

  1. Magnífico. Ya era hora de leer algo como esto. Añadiré que Boyero en su peculiar y telecinquero consultorio de "El País Digital" llegó a escribir hace como un par de años lo siguiente: lo mejor que le ha sucedido a la juventud española es el haber sido abducidos por la cultura americana, ya que el mejor cine, la mejor literatura, la mejor pintura y la mejor música del pasado siglo son inequívocamente americanas". Rotunda y vergonzosa mentira y además ¿publicidad pagada de todo aquello que huela a yanqui?

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  2. Muy entretenido el artículo. Comparto la fobia a Boyero. Solo una cosa, "mi" cuando es pronombre lleva tilde. Saludos.

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  3. Cuánta tontería en un mismo artículo. Supongo que es mega-divertido dar palos a todos lados como una gallina sin cabeza, pero vaya, voy a remitirme a cuestionar alguno de sus tantísimos argumentos para destrozar a la, así llamada, 'élite' del periodismo cinematográfico español.

    Cuestiona usted el que Cannes sea duro y que nos quejemos de ello. Dice usted, de hecho, que le sorprende que nos quejemos si luego vemos un partido de más de dos horas tomando una cerveza. ¿Resulta que el periodista en Cannes tiene que estar 24 horas dedicado al cine? ¿No puede sacar 2 MÍSERAS HORAS para ver un partido tomando UNA caña -o ni tan siquiera, porque yo a Carlos Boyero no le vi tomar ninguna? Menuda profesión de sufridores demanda usted, entonces.

    No voy a entrar en la discusión de la crónica del día después o de la profesionalidad de Boyero, pero no quiera entrar a valorar que unos cuantos queramos disfrutar de un partido tras una jornada de películas y redacción de artículos.

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    Veo que acusa a prácticamente todo el sector de mil y una cosas: publicistas, risibles, egocéntricos... No deja títere con cabeza y probablemente no conozca a la mitad de ellos. Pero vaya, aquí entramos de nuevo en su respetable opinión -por mucho que no respete usted a ninguno de los mencionados con sus insultos y su arrogante verborrea. Por tanto, y otra vez, no entraré en debates inútiles.

    PD: Parece que se conoce todo el anecdotario de las fiestas de González, Boyero, Marchante y cía para las afirmaciones en cuanto a las fiestas que se pegaban y las pocas películas que veían antaño. Parece y espero que sea así, porque es una acusación dolorosa y muy denunciable.

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    ¿Sabe lo que pasa con LA MULA? Que a mucha gente no le terminó de decepcionar o de parecerle un verdadero timo, con lo que entienda que muchos no tengan la imperiosa necesidad de mearse encima de ella. No por hablar bien deben ser culpables de un engaño al espectador que a mi parecer NO existe. Volvemos a su opinión, que hay mucha de ella en este texto, pero que sirve para dar navajazos a gente que no lo merece.

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    ¡Pues claro que van a tuitear sobre los Coen! Una de las mejores películas que han pasado por el festival de Cannes a esas alturas todavía no había sido vendida en España y era un dato remarcable porque Alta Films tenía un pre-acuerdo antes de anunciar cierre. Zhangké SÍ iba a llegar a España, así que deje de referirse a él como 'el débil' porque Golem Producciones la distribuye en nuestro país.

    No sólo eso, habla usted de 'atacar miserablemente al débil'. Una cosa es atacar y otra muy diferente motivar a que compren una determinada película. Como comprenderá, señor Miguel, recomendar la compra de una película tan difícil de vender como L'imagen Manquante habiendo una cinta tan buena y comercial como la de los Coen no me parece lo más lógico, y más en los tiempo que estamos.

    Por lo que puedo leerle me parece a mí que no tiene muy claro que es lo que vende y que es lo que no vende. Déjese de inslutos y menosprecios e intente valorar el trabajo de algunos periodistas, porque no todos están en el lado malo de la balanza y tampoco merecen semejante artículo lleno de reprobaciones injustas. No sé a qué se debe tanto odio irracional, supongo que la vida periodística no le habrá tratado todo lo bien que quisiera o intenta hacerse el gracioso, pero no lo haga a costa de los demás y menos a costa de gente que intenta hacer bien su trabajo, como son los Marañón, Martínez, Del Amor y compañía. Ninguno de ellos merece su miserable opinión con argumentos tan vacíos.

    Ah, y esto lo escribe un bloguero que no tiene ningún interés en defenderles, simplemente estoy aquí porque su texto me ha revuelto el estómago.

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    1. Bueno, antes de pasar a rebatir punto por punto lo que me achacas, gracias por opinar.

      1/ De Cannes yo me quejo, efectivamente, de que hablen de la enorme dureza y al mismo tiempo de las fiestas a las que van. Si las fiestas y las visitas a los bares no te afectan a tu actividad profesional, felicidades. Que lo hagan. Lo respeto, lo comparto e incluso lo valoro. Pero hay muchos críticos que no hacen eso, sino que no renuncian a los "descansos" (por decirlo bien), sino a su actividad profesional. Y entre ellos, Boyero es el peor. Dices que no entrarás en la discusión de la crónica del día después... ¡pero si es la base de mi artículo! Yo me quejo principalmente de Boyero. El resto, efectivamente, lo harán mejor o peor, pero no encontré toda la serie de excusas y renuncias que el crítico de El País pronunció. Sin explicar eso sí lo que había hecho la noche anterior.

      2/ La mula: Si un espectador normal y corriente considera un escándalo las condiciones en las que se ha estrenado La Mula, ¿qué debería pensar un crítico? ¿No debería haberlo notado? Sin embargo, NI UNO dijo nada. Nada. Lo único, eso de los "desbarajustes fotográficos" de Ocaña, que parece una broma de mal gusto.

      Lo que tendrían que haber hecho es explicar esa situación, esos y, después, si les había gustado la película, defenderla. Pero no hicieron eso, obviaron por completo las condiciones poco profesionales en las que se estrenó y vendieron solo su parte publicitaria: los músculos de Mario Casas, el drama de la guerra civil, el acentillo andaluz... para mi eso es manipulación y engaño se mire como se mire.

      Creo que no te has leído mi entrada con atención, sino que simplemente has visto que ataco a periodistas y utilizo un lenguaje agresivo (no más agresivo que el que utilizan ellos -como he señalado en muchas otras entradas-), y te has lanzado a protestar. Vuelve a leer el link que pongo al principio del suelto de la mula. O, para que no te pierdas, mira esta carta de la productora y dime que no pasa nada malo: http://bloguionistas.wordpress.com/2013/05/14/la-mula-y-la-tomadura-de-pelo/carta-frade/

      3/ Respecto a los Coen, critico al periodismo CULTURAL. Y la cultura no entiende de comercialidad. Ni de lo que es mejor o peor que se estrene pese a "los tiempos en los que estamos". Sin embargo, los periodistas analizaron el caso de los Coen desde una óptica totalmente comercial. Y eso es de lo que me quejo.

      A la mínima que descubrieron que no estaba comprada, saltaron como locos. Podrían haber esperado a que terminase el festival, pero no, había que hacer presión. Al final se compró, ¡pues claro que se compró! Compraron la película americana, comercial y con estrellas. ¿Y el resto? ¿Qué hay de las películas que sólo la prensa puede defender y "vender"? Esas nada, que se las apañen. La única película que mereció quejas de la prensa por no estar comprada, fue la de los Coen. Y a mi eso me parece miserable.

      Todos mis textos son opiniones y todas están apoyadas en textos para que cada uno interprete lo que quiera. Dejo el derecho a réplica y la posibilidad de pensar diferente, cosa que no hace casi ningún periodista, y si no pásate por las cuentas de Twitter o por los chats de muchos periodistas que defiendes, ya verás cómo ponen a los que les critican (aunque sea educadamente). Si no se quiere compartir mi punto de vista a mi me parece muy bien. Yo solo soy un bloguero, no tengo ningún poder. Ellos tienen un enorme poder mediático, así que porque haga un pelín de ruido y trate de ponerlos en apuros, no creo que pase nada.

      No entiendo qué sentido tiene ponerse a defender al que tiene un espacio mediático tan amplio como ellos y atacar al que es un simple bloguero casi anónimo con cuatro visitas como yo. Me recuerda un poco a lo de Paco Marhuenda, defendiendo a Rajoy de los ataques de malvados ciudadanos. Este texto se llama Escrache a Boyero, y es eso, un escrache bloguero (no real) a un crítico.

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  4. 1. El problema es que mete usted en el saco a gente que no lo merece, de ahí mi crítica y el no entrar a comentar el artículo de Boyero.

    2. Por un lado habla de que el periodismo cultural no entiende de comercialidad y por el otro entra a cuestionar que los periodistas no han hablado de que una película, que es el fruto del trabajo de TANTAS personas y que necesita una recuperación económica para solventar el gasto y que una productora no caiga a quiebra por el mal trago que le ha hecho pasar un director imbécil-, ha sido estrenada en condiciones peores a las habituales -hay pelis bastante peor rodadas que La Mula y no nos quejamos- para que entren a valorar quién debe o no ir al cine. Se contradice usted. Eso es problema de los cines en sí mismos y no de los periodistas culturales que hablan del arte y el cine, ¿no? Aclárese.

    3. Pero en cuanto a la comercialidad, señor Miguel, volvamos a ello. ¿De verdad usted cree en la conspiranoia y en que Luis Martínez, que es más amante del cine que usted y yo juntos, que se pega unas palizas de ver cine inhumanas -lo corroboro yo que le vi en Cannes entrar a mil pases- y que además escribe esos artículos tan maravillosos, va a querer repudiar 'al débil' con ese tuit? ¿DE VERDAD?

    Que Belinchón informe sobre el tema de la compra de la película de los COEN es porque A LA GENTE LE INTERESA LEER SOBRE LOS COEN, NO SOBRE EL MALDITO CAMBOYANO DE RITHY PANH. A mí la película de Panh me encanta, ME ENCANTA, pero no voy a tuitear en directo su premiere mundial porque no le interesa ni a Peter. Parece mentira que, a estas alturas, y con los insultos que escribe usted para atraer público, no sepa algo tan básico.

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    1. En fin, empiezo a dudar de que hayas leído mi artículo...

      1/ No meto a todos en el mismo saco. Digo que es comprensible el descanso. Acepto que vean el partido (aunque a mi no me parezca bien), lo que no acepto es lo de Boyero. Diferencio entre unos y otros

      2/ No, es que lo de La mula afecta a los aspectos técnicos y "artísticos" de la película. Y no lo nombraron. ¿Por qué? Lee el link que te puse arriba. Si la productora sufría tanto, que se lo hubiera dicho a los espectadores, no que les dijera que se estrenaba en esas condiciones porque se intentaba buscar un realismo de época. ¿En serio no es eso engaño?

      Si hay películas peor rodadas que La mula, debe decirse también, claro.

      3/ Bueno, insisto en lo de que no me lees. Yo no he dicho que Martínez ataque al débil. Eso lo he dicho de Belinchón. Mi lenguaje será agresivo, pero me remito a hechos. Tu lenguaje es educado, pero dices cosas que no son verdad. Con todo, la postura de Martínez no me parece bien y sí, creo que hay compadreo con lo comercial y ninguneo de lo diferente. Quizás ataque no, para eso ya están Belinchón, Boyero y otros matones.

      Y a mi me interesa mucho leer sobre Panh y poco de los Coen. Como no me considero una persona maravillosa, imagino que habrá más gente como yo. Lo que me parece triste es que un periodista que considera magnífica una película no pueda pensar que dándole mucho espacio y visibilidad, otros piensen igual que él. Si a ti te encanta la de Rithy Panh, defiéndela, habla de ella en todas partes. Decir eso de "a mi me encanta, pero no es para todo el mundo" es elitismo trasnochado. Si a ti te parece muy buena, será porque la película lo es y con la introducción adecuada, todos serán capaces de apreciarla. ¿O es que tú eres más inteligente que "la gente" común y por eso puedes disfrutarla?

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    2. He leído su artículo, deje decir sandeces. El problema no es cómo lo escribe, es el subtexto. Sugiere todo y nada a la vez. Dice usted: "Pero imaginen la situación hace diez años, con Boyero, Oti, Enric González, Hermoso y toda esa cuadra. ¿Qué cara pondrían los responsables del resto de los medios? Gentuza que sólo iba a la sección oficial y se salía en mitad de las películas, que te los encontrabas casi tanto tiempo en los bares como en los cines." ¿Quién coño se cree para soltar semejante acusación? ¿Acaso les ha visto saltarse películas e ir a ponerse borrachos? Les mete en el mismo saco al comentar esto. En el momento en el que empieza a hablar de la gente que había en el bar su acusación termina englobando a todos (Del Amor, Marchante, etc).

      He leído el link, no sea usted pesado. Decirle a los espectadores que una película ha sufrido problemas de rodaje es contraproducente, la gente no habría ido a ver la película y habría sido otro desastre más para el cine español. Cuando hablo de peores rodajes no hablo de problemas de producción, hablo de cintas basura. La Mula le pega bastantes patadas a muchos otros largometrajes aunque esté juntada con los dichosos dailies. Pero eh, si usted quiere que el cine español siga hundiéndose y que quiebren todas las productoras que hagan falta, pues olé, olé y olé!!!!! Menos pelis nacionales! Menos cine! OLÉ! OLé!!!!!!

      Lejos de mi entusiasmo con su postura, a otra cosa mariposa. Me da igual que sea Martínez o Belinchón. Gregorio tampoco lo hacía con la mala intención que usted le atribuye. Repito que se piensa que es todo parte de un movimiento publicitario enorme y no es así.

      Y qué demonios? Deje de decir que no habla de Martínez atacando al débil cuando dedica un puto párrafo entero a decir esto mismo. Pero voy a copiárselo que parece que ni usted mismo se lee:

      "Que no se estrenen todas esas películas asiáticas y europeas aburridas da igual, pero los Coen. ¡Los Coen, ni más ni menos! Unos directores de los que hemos conocido al dedillo toda su filmografía, que han contado con una publicidad desmesurada y que trabajan con estrellas de Hollywood, eso debe estrenarse siempre y la crítica tiene que hacer presión. El pobre Jia Zhang-ke y todos esos tarados del cine lento, a esos que les den. Philipe Garrel si estrena, le zurramos, por coñazo.

      Sinceramente, ojalá estrenen la de los Coen, aunque sea para que esta gente deje de darnos el coñazo. Y se estrenará, no lo duden. Porque el periodismo cinematográfico trabaja para mantener siempre el orden establecido que le da de comer. Harán ruido para que se estrene la de los Coen sí o sí. Sin embargo, la película de Lanzmann que ha gustado a todo el mundo ya verán como no les indigna nada que no se estrenen (al final parece que Avalon la ha comprado, espero que no tarden en estrenarla). Saldrán con la excusa de que no es para todos los públicos o que es una película difícil de vender y todas esas milongas."

      Ale. A pastar.

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    3. hombre, sí, a Boyero y a González sí los pongo en el mismo saco, a Oti, algo más noble, también. Al resto, no, porque para eso especifico que lo del bar no me gusta, pero lo entiendo. Lo que no me gusta es que luego eso repercuta en su trabajo. Y así lo expongo. El resto es manipulación tuya.

      Sobre La mula, lo presupones todo. ¿Quién dice que decir que ha habido problemas de rodaje es contraproducente? El crítico en teoría es independiente y si es incapaz de hablar de algo que es tan evidente es porque está mintiendo. Yo no ataco el cine español, ataco determinadas películas y posturas. En este mismo blog he defendido muchas películas, con lo cual, todo tu psicoanálisis de que yo me quiero cargar "el cine español" es mentira.

      Respecto al tema Martínez, es que no me lees. Justo antes he dicho que sí le critico, lo que digo es que no con las palabras que tú entrecomillabas como si fueran mías. Creo que eso son cosas básicas del lenguaje que yo no quiero que se confundan. A ti parece que te da igual y te sirve para manipular. Yo creo que sí existe campaña interesada por defender un mismo tipo de cine, y por darle visibilidad y negárselo a otro. Los veinte posts de este blog hablan de ello con cientos de ejemplos: de Boyero, de Martínez, de Belinchón y de muchos otros. Ellos quizás sean víctimas de un modelo de negocio, trabajadores o peones de los directores de los medios en los que trabajan. Pero entonces deben convivir con que se les critique por ello. Y eso hago yo.

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    4. Está claro que es imposible discutir con usted sobre estos artículos. Está bien claro el subtexto de sus escritos, y por mucho que lo niegue, después muchas de las cosas que dice engloban otras tantas que no lo merecen. Usted sabrá por qué mete a Boyero y a Martínez en el mismo saco, pero se nota que no les conoce y que inventa mucho al respecto de su profesionalidad.

      "Y eso hago yo." Disfrute, entonces, moviendo los pilares de la profesión, seguro que disfruta mucho creyéndose importante con semejantes varapalos, mentiras e insultos. Le repito que no creo que estas sean las formas de hacer críticas constructivas, que podría hacer artículos mucho más loables si no fuera porque le pierde la envidia y el odio. Se nota a cada párrafo que le leo.

      Un saludo, espero que la vida periodística le trate mejor de lo que parece le ha tratado hasta ahora.

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    5. Lo que es imposible es encontrar una base real para justificar todo lo que me achacas. Todo lo que dices no son más que una interpretación interesada. Lo de la envidia es lo más gracioso de todo. Estaba claro que ante la total falta de argumentos reales no quedaba otra. Yo no pongo a Boyero y a Martínez en el mismo saco en cuanto a su profesionalidad, sino que digo que ambos promocionan solo un mismo tipo de cine por intereses comerciales. Y está demostrado cada semana viendo las películas de las que hablan semana a semana. Nunca Garrel, Hong Sangsoo o Salomé Lamas, siempre películas americanas o comerciales de primera línea. Yo eso lo puedo demostrar con enlaces. Todas tus insidias solo se explican en tu cabeza

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    6. Luis Martínez escribiría sobre Sangsoo si ello le interesara a alguien. No hay cabida para Sangsoo en un medio como El Mundo, al menos no en la portada de Cultura. Quizá sí para un pequeño escrito, una breve reseña, pero sólo los cinéfilos como usted y como yo, que somos pocos en comparación a la audiencia, leeríamos ese texto. MIGUEL, iluso, los medios se mueren, sólo faltaba que dedicaran sus esfuerzos a hundirse todavía más si cabe. ¿Es que no lo entiende?

      Y si cree que escribir sobre una película u otra es sólo cuestión de promoción, entonces es que usted no entiende los medios de comunicación.

      Y deje de decir que todo está en mi cabeza, cualquier lector sabe perfectamente que lo que digo tiene una base firme a las sandeces que escribe. Verborrea es lo suyo, simple verborrea. Y está adscrita a la envidia, o al odio, o quizá al mero aburrimiento, pero ya le digo yo que no al criticismo constructivo. De eso usted todavía no entiende -ni creo que vaya a entender nunca.

      La pena, lo que más me duele, es que mis comentarios sólo van a fomentar todavía más si cabe su fobia y sus ganas de escribir gilipolleces. Pero vaya, disfrute, seguro que las babas de emoción mientras falta el respeto a cada golpe de teclado le llenan el alma. O lo que tenga.

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    7. Y vuelves a pensar que tú sabes perfectamente lo que le gusta a TODOS los espectadores. ¿Cómo sabes que Hong Sangsoo no gusta si no ha estrenado una película en España en su vida? ¿Si sus películas jamás han tenido el mínimo de espacio mediático que se le debería dar a una película? ¡Qué manía de pensar por el espectador! Yo quiero que el espectador vea lo que me gusta a mi. No me considero superior o mejor que él. Si Luis Martínez o tú sí que os pensáis mejores, pues he ahí el problema. Si a Luis Martínez le encanta Hong Sangsoo y luego cuando se estrena prefiere hablar de una película mediocre "porque le interesa a más gente", entonces Luis Martínez es un hipócrita.

      Y en fin, que me das la razón: que la política cultural de los periódicos se guía por la supuesta audiencia que tienen las películas. Es decir, por el interés comercial. Y si hay un interés comercial, la cultura está corrupta.

      Vuelves a pensar por los demás diciendo que "cualquier lector sabe perfectamente que lo que digo tiene una base firme". ¡Pero hombre, ni que fueses Rappel o uno de esos pitonisos! En serio, deja de pensar por los demás. Deja de escudarte en una inexistente e incomprobable mayoría para buscar argumentos. Los argumentos deben nacer de uno mismo. Y sí, todo está en tu cabeza porque sigues pensando sin base real alguna, y hablando de envidia, de odio, de saber perfectamente lo que le gusta o no al espectador (¿qué es el espectador?¿cómo se puede siquiera sugerir que cuarenta millones de espectadores piensan igual o tienen una tendencia similar?). Creo que tienes demasiadas ideas preconcebidas sobre lo que es el cine, la crítica, el periodismo y el mercado.

      A mi lo que más me duele es que sigas en esta discusión como una huida hacia adelante, mientras voy rebatiendo paso a paso todos tus argumentos. Algunos con los que empezaste ya se te han "olvidado" y en otros casos para seguir negándome la razón te has puesto a defender justo lo contrario. Vuélvete a leer tu primer comentario, porque es divertido ir viendo cómo vas cambiando. Empezaste pidiendo educación, pero ya veo que te empiezan a perder las formas e incluso en twitter, a una persona que no soltó jamás un insulto o descalificación, le has llamado troll simplemente por llevarle la contraria a un periodista. Sigue así.

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  5. Emilio te ha dejado bien claro de qué pasta están hechos la mayoría de los críticos de cine de este país, y los cachorros que les siguen. ¿Cómo va a hablar Emilio de Pahn y romper el código deontológico sacrosanto del MÁRKETING? Es que pides unas cosas... Eso o pedir que tengan unos mínimos conocimientos técnicos sobre cinematografía y audiovisual y así entender por qué La Mula es una estafa. ¿Pero para qué? No es necesario conocer el aspecto técnico para hablar de cine, así como no es necesario haber jungado nunca al fútbol de forma profesional para sentar cátedra en los bares. La productora dice que han aplicado unos "filtros de efecto antiguo (sic.)" y solucionado. ¿Por qué van a desconfiar?. Aquí no pagan por investigar, sino por decir lo que todos quieren leer ¿Cómo van a hablar de directores desconocidos si nadie les conoce? Te estás equivocando mucho Miguel, esa no es su profesión. Su profesión es la de vocero y la de llover sobre mojado. Al final todo es economía y todo tiene que alimentar el status quo, aunque sea inconscientemente. A todo el mundo le interesa los Coen, ¿cómo van a perder ese filón Miguel?

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